miércoles, 22 de junio de 2011

Un Comentario sobre la Visita de Barack Obama a Puerto Rico

De Esperanza Viven los Pueblos, A pesar de…


La reciente visita del presidente de los Estados Unidos de Ámerica, Barack Obama, a Puerto Rico; marcó un hito histórico en las nuevas generaciones de nuestra isla. Desde la visita del presidente John F. Kennedy, en la década del 60’ ningún otro mandatario estadounidense –en dicha función– había pisado suelo borincano.

Las nuevas generaciones nacidas en Puerto Rico, después de la década del 70’, no habían tenido tal experiencia. Como de costumbre, los buenos puertorriqueños hicieron los preparativos requeridos. Así como cuando celebramos un cumpleaños (a la manera boricua), las calles de San Juan y zonas aledañas fueron decoradas con colores y artículos alusivos al momento. En este caso, el color rojo y el azul eran predominantes. Eso me acordó aquellos bizcochos que mi señora madre mandaba a hacer para mis primeros “birthdays.”

Los empleados del gobierno trabajaban apresurados en la calles colocando tales artículos, mientras otros, limpiaban las mismas. Así como cuando viene compay Felo y doña Juana a visitarnos; la casa tiene que estar limpia y en orden. Bueno, lo que no se puede arreglar, a veces, se mete debajo de la alfombra. El asunto es, que el Señor presidente se sintiera como en su casa. Así indicó Pierluisi (Comisionado Residente en EEUU), en entrevista televisiva. El puertorriqueño, aunque algo quede fuera de lugar, lo importante es la “fiesta.”

De igual forma, no podían faltar las invitaciones a la fiesta colocadas en los diversos postes de la ciudad capitalina: “Be part of the history.” A todo esto, le añadimos la campaña publicitaria a través de los medios de comunicación y los “billetes largos” que hubo que pagar para estar un tanto cerca del presidente en una actividad preparada. O, al menos, que éste estrechara la mano a quienes estaban sentados a la mesa cuando llegara de pasada a dicho lugar.  

El día tan esperado llegó y se dice que mucha gente, aunque no fue a ver a Obama a San Juan; no fueron a trabajar. Se quedaron en la casa disfrutando de la tan esperada visita, y transmitida por los medios televisivos. Una vez más me preguntaba, ¿será acaso el día de reyes que el país en cierta manera se paralizó? No señor. Es que la visita, de alguna manera, provocaba en la gente cierta expectación. La gente quería escuchar al “atípico” presidente ofrecer un discurso para los puertorriqueños. Un mensaje de “esperanza.” Algo así como que la economía va a mejorar, el problema del desempleo se resolverá, la criminalidad será enfrentada con esfuerzos y ayuda de agencias federales, etc. Y, aunque el mensjae estuvo lleno de frases trilladas, saludos a viejos amigos como Marc Anthony, el asunto del estatus político y cierto humor para congraciarse con el pueblo; no hay duda, que dijo “algo” en relación a nuestros problemas sociales. Sin embargo, no dijo cómo atenderlos. En fin, fue aplaudido. Dijo algo. Después de todo es el presidente. ¿Quién cuestiona la capacidad de oratoria por más breve y simple que sea? Los que oimos el mensaje nos quedamos con ganas de oír algo más concreto en cuanto a soluciones inmediatas. Sin embargo, no nos confundamos –el político sigue siendo político y su arte es la oratoria que crea expectación y persuación para ganar un voto, pero carece de vías y caminos realistas a soluciones concretas. Aún así, muchos captaron que el presidente dijo algo. Dio esperanza a pesar de…Lo importante es que le habló al pueblo.

En La Fortaleza, a puerta cerrada con el gobernador Fortuño y el comisionado residente en EEUU, hablaron de las necesidades de la isla. Esto, a pesar de que la conversación entre los tres duró a penas unos (25) minutos. Me acordé que sólo los dioses del Olimpo lográn tal gesta. Sin embargo, allí se detecta que se promovió algo de esperanza.

En fin, la fiesta siguió. Y, el “atípico” presidente, que no se deja “mangonear” por los agentes de seguridad y el protocolo, decidió ir a una cafetería llamada Kasalta (Casa Alta). Los lugares elevados son siempre preferidos por los dioses griegos. Allí comió una “media noche” con el presidente del Partido Popular: García Padilla. En la cafetería no se sabe en detalle qué hablaron. Aunque, García Padilla señala que en esos (15) minutos conversaron sobre los problemas del país. Esto implica que García Padilla es amigo de Zeus y comen manjares pasados por alto por otros dioses. ¡Mi hermano, está todo hablado! Esa conversación fue otro elemento de esperanza para el país. No es truco. Todos lo vieron por televisión. Así que el presidente y García Padilla dieron “esperanza” en esa conversación, a pesar de

Finalmente, no habían transcurrido cuatro horas cuando ya el presidente estaba abordando el avión presidencial Air Force One. Símbolo del arca que trae las buenas noticias a un pueblo que vive sumergido en la frustración. 
       
Al día siguiente todo continuó como de costumbre. Hubo críticas. Otros alabaron la gesta y la visita. Y el pueblo en general, regresó a la rutina. No hubo soluciones. No se dijo nada. Nada...ni siquiera algo de “esperanza concreta.” Aún así, se le dice al pueblo que dicha visita tendrá excelentes repercusiones. Entonces, el pueblo puertorriqueño (viejo ya amarañado) que no se deja meter “gato por liebre” dice simplemente: “Ujum, se dijo algo. Se dio esperanza a pesar de…"

¿Cuál es la moraleja? Bueno, que no se trata de la visita del presidente y su mensaje lo que causa esperanza en la vida de un pueblo. Respetamos tal gestión. Debemos sentirnos halagados en cierta manera. Sin embargo, lo que provoca esperanza en un pueblo es -saber que después de todo, se levantarán al otro día y tendrán trabajo, salud, medios económicos para echar pa' lante a la familia, seguridad en las calles, educación accesible a todos, igualdad de derechos (tanto para el pobre como para el rico), justicia para todos y una razón para vivir.

Los pueblos viven de esperanza en medio de sus propias luchas y la esperanza no se bate o se confunde entre las palabras de un discurso y la sombra de la gesta política. Eso desean que pensemos aquellos que viven en el Olimpo. La verdadera esperanza viene cuando la gente sigue caminando porque tiene que caminar para forjar un Puerto Rico mejor y no a expensas de los políticos.

Obama se fue. Su visita fue simplemente una cuestión política. Recaudó buen dinero. Tal vez, lo que un puertorriqueño promedio nunca ganará en toda una vida de trabajo. A pesar de todo, la gente de la isla sigue caminando forjando su futuro. Los intereses del pueblo no son los mismos de aquellos que viven en el Olimpo. Tampoco la definición de la "esperanza." Después de todo, no importa quién venga allende los mares o quién sea el gobernante de turno, siempre se espera que  mañana habrá un día mejor.


Rev. Dr. Pablo E. Rojas Banuchi
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Un comentario sobre la visita del presidente de los Estados Unidos de Ámerica, Barack Obama, a Puerto Rico. 14 de junio de 2011.

domingo, 19 de junio de 2011

Un Comentario sobre el Tema de las Sectas

¿Cómo podemos identificar una secta falsa?
 Rev. Dr. Pablo E. Rojas Banuchi, Ph.D.

I. Introducción

Hoy, vivimos en un mundo en el que proliferan diversidad de movimientos religiosos y seculares que muy bien podríamos denominarlos como “sectas.” Sin embargo, debemos ser cautelosos al definir lo que es una “secta.” No todo lo que se dice es una secta, realmente lo es en un sentido estricto; aunque en un principio, pudiera serlo según las definiciones tradicionales.

El Cristianismo, por ejemplo, surgió como un grupo sectario del Juadaísmo antiguo. Así también, el movimiento protestante del siglo XVI  que eventualmente dio paso al nacimiento de la Iglesia Cristiana Evangélica fue entendido por el Catolicismo Romano como una nueva secta. Entonces, ¿cuáles son los criterios para definir lo que realmente es una secta? Para establecer lo que es una secta falsa existen hoy día criterios más a fines y claros que aquellos que tradicionalmente hemos aprendido.

II. Definición de secta

A. Tradicionalmente una secta es definida (según su origen del latín secta), como un partido o grupo. Se aplica a grupos cristianos que se han separado de la iglesia cristiana teniendo su propia posición doctrinal distintiva o prácticas de culto. Tradicionalmente se entiende que son grupos que se han apartado de las enseñanzas oficiales de la iglesia.

B. Culturalmente también se define “secta” como: “Doctrina religiosa que se aparta de la tradicional u oficial.”

C. Estas definiciones, en parte, son correctas. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que su uso es muy limitado y sólo comprende el contexto religioso o cristiano. Decimos que es muy limitada, porque se enfoca exclusivamente en el aspecto religioso y constituye un criterio relativamente arbitrario para hacer clasificaciones, porque como se dijo, según la definición de uso cultural, secta es: “Una doctrina religiosa (y sus adeptos) que se apartan de lo tradicional u oficial.” Así, todo lo que no sea religión mayoritaria o popular, se considerará secta, dependiendo de la cultura y su tradición religiosa, o de la religión oficial reconocida por el Estado, dependiendo del país, región, y aún de la época. Algunos ejemplos de esto son los siguientes: hay países islámicos en los que las minorías religiosas son en ocasiones catalogadas como sectas. En Rusia, los católicos romanos son llamados así por algunos sectores de la Iglesia Ortodoxa.  En Inglaterra, los puritanos y los cuáqueros fueron considerados sectas en siglos pasados por la Iglesia Anglicana.  En países budistas e hinduistas, las religiones distintas se llegan a considerar y denominar sectas.

D. Estas definiciones que pueden ser mal utilizadas, pueden promover la intolerancia ante todo aquel que simplemente no piense como uno. Es importante señalar que no todo el que se separa de una iglesia u organiza otra, necesariamente promoverá cosas negativas o dogmas fuera del uso oficial del cristianismo. Entonces, ¿cómo analizar y entender correctamente lo que puede ser una secta?

II. Hacia una comprensión actualizada de lo que es una secta (1)
   
A. El Dr. Jorge Erdely (estudioso del tema) señala que, el valor simbólico negativo de la palabra secta, actualmente, abarca no sólo la idea de “error doctrinal,” sino sobre todo, desde hace poco más de dos décadas, se asocia a grupos de conducta peligrosa y antisocial. Estos grupos o movimientos pueden ser religiosos o no.
 
B. Tal vez, la mejor definición que podemos conseguir, hoy, sobre secta la ofrece  Michael Langone, doctor en psicología clínica y editor de una de las más prestigiadas revistas científicas que estudian el fenómeno de las sectas. Este define “secta” de la siguiente manera:

“Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general.”

C. Esta definición toma como punto principal de referencia la conducta psicosocial (no las bases teológicas, la tradición o la aceptación oficial del Estado, etc.). Las ventajas de ésta definición son varias, así por ejemplo:
(1) Es amplia. Estudia cualquier tipo de organización social, no sólo las religiosas, y analiza particularmente los mecanismos psicológicos de manipulación grupal que utiliza una organización para reclutar y mantener su membresía. (2) Clasifica con base en hechos observables y comprobables. (3) Responsabiliza a las organizaciones de su manera de interactuar con la sociedad y ofrece a su vez la oportunidad de que un determinado grupo corrija su conducta y se adapte socialmente, retirándose de tal clasificación, si hace los cambios necesarios. (4) Elimina la posibilidad de que un grupo se escude en la ortodoxia de su credo, en la cantidad de sus miembros o en su trayectoria histórica, para cometer actos ilícitos. Desde ésta perspectiva de la psicología social, secta sería todo aquello que pueda destruir la dignidad de un ser humano ya sea, dentro del ámbito religioso o social en general. Todo aquello que denigre el valor de la existencia misma.  

D. En este sentido, existe lo que he denominado por mucho tiempo junto a mis estudiantes de religión, el fenómeno de la religión salugénica vs. la religión patológica. Ambos conceptos se explican por sí solos. En el primero, el hecho religioso promueve la salud integral del ser humano. Se promueven las relaciones saludables para con el núcleo familiar y se entiende a la familia como un grupo social básico, necesario y vital. No se busca separar a los miembros de dicho núcleo por razones de lealtad y obediencia a un grupo religioso. De igual modo, no se promueve la falsa idea de separación del mundo del cual somos parte. Se fomenta la idea y creencia de una divinidad aliada y, a favor al ser humano; así como el mutuo y saludable compañerismo en el camino de la vida entre ambos (Ser Creador y criatura). Por su parte, una religión patológica, promueve todo lo contrario. Llega, inclusive, hasta romper el núcleo familiar debido a las ideas mal sanas del grupo. Se fomenta el alejamiento de la sociedad, trabajo, amistades, etc. Se fomenta un excesivo temor hacia la figura divina como hacia el líder que la representa.

Usualmente, algunos de éstos grupos promueven la vida en comunidad, pero distinta a como la promueve la iglesia cristiana hoy. Promueven lo que denominamos “comunas,” donde existe una "teocracia" manejada y mediada a gusto del líder religioso. La historia está repleta de casos al respecto.

Ahora bien, si queremos hablar de cuáles son los criterios para identificar una secta falsa o destructiva dentro del cristianismo, entonces se deberán tomar en cuenta (además de los criterios señalados), los siguientes. Veámoslo de manera sencilla.

III. ¿Cómo identificar una secta falsa dentro del cristianismo que se aparte de la sana doctrina?

A. Características

1. El error básico de una secta puede radicar en lo que enseña acerca de quién es Jesucristo como Hijo de Dios y, por ende, lo que cree sobre el plan de salvación. Por lo tanto, todo movimiento religioso o que se denomine así mismo como cristiano; si niega la realidad de que Jesús es el Hijo de Dios entonces no responde a la sana doctrina. (ver 1 Jn. 2:22).

2. Toda secta, usualmente emplea material “extrabíblico” o adicional y lo considera al mismo nivel autoritativo que el expuesto en la Biblia. Así por ejemplo, El Libro del Mormón que supuestamente fue revelado a John Smith y considerado otro testamento de Jesucristo. (ver lo que dice, II Tim. 3:16).

3. Toda secta, usualmente, alega que es la única que tiene la verdad.  Recordemos que Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por Mí" (Jn. 14:6). Desde una perspectiva teológica esto implica que "la verdad" no es una denominación, iglesia particular, idea o doctrina, sino una persona: Jesús el Hijo del Dios viviente. (2)

Así por ejemplo (de frente a muchas posturas denominacionales), en la Iglesia Presbiteriana (EUA) creemos y afirmamos que ninguna iglesia cristiana tiene posesión exclusiva del gobierno de la iglesia autorizado por Cristo. Creemos que en conjunto con la Iglesia Universal esparcida por todo el mundo -somos una expresión de esa gran iglesia que colabora en la proclamación de Cristo: la verdad y revelación máxima de Dios que se hizo carne y habitó entre nosotros.

4. Las sectas tienen la tendencia a emplear sólo porciones de la Biblia, generalmente fuera de contexto. Muchas veces interpretan textos claves de la Biblia para justificar sus enseñanzas.

5. Por lo general, las sectas tienen un líder que consideran “infalible” o “cuasinfalible.” Ejemplo de ello son los siguientes:

a. Jim Jones: En 1978, la opinión pública mundial fue sacudida por el reporte del suicidio colectivo de 914 personas en Jonestown, Guyana. Todos eran seguidores del reverendo Jim Jones, quien también se autoinmoló.  

b. David Koresh: En marzo de 1993, más de 80 personas se suicidaron junto con David Koresh, en Waco, Texas, por motivos religiosos.

c. La verdad suprema: El 20 de marzo de 1995, en Tokio, Japón, Shoko Asahara ordenó a sus seguidores de la secta La Verdad Suprema, colocar bombas con gas sarín neurotóxico en el sistema de transporte del metro. El resultado fue: más de cinco mil intoxicados y doce personas muertas.

d. José Luis de Jesús Miranda: Ésta persona es de origen puertorriqueño. Bajo el liderato de ésta persona se afirma que Dios tomó forma de cuerpo nuevamente en la persona de éste líder que se llama así mismo “Jesucristo hombre.” Se llama así mismo el único mediador entre Dios y los hombres.

IV. A manera de conclusión
Es importante tomar en cuenta los dos puntos de vista discutidos aquí al momento de definir una secta, ya que como cristianos/as debemos promover la tolerancia y no la intolerancia. Sin embargo, todo grupo o movimiento que promueva una visión “distorsionada” de la vida y de la dignidad del ser humano y, por tanto, sea coherciba a los derechos humanos: debe de ser señalada y denunciada.

De ahí que secta puede ser definida también desde la perspectiva de las ciencias sociales y según el criterio de la teología. Por ello, hay que tomar en cuenta que la teología y el estudio de la religión son disciplinas “transdisciplinarias” que fomentan el diálogo con otras ciencias que aportan a su entendimiento y discurso sobre la realidad humana. En otras palabras, definir el fenómeno “secta” desde la perspectiva tradicional sería quedarnos “cojos” en cuanto a una visión completa del fenómeno. Una visión correcta o cercana a lo completo, sería aquella que se complementa una con la otra, como es el caso de las definiciones aquí discutidas (i.e. psicología social y teología).  

Las sectas las encontraremos tanto en el mundo religioso como social en general, nunca olvidemos eso. No responden a un sóla esfera de la sociedad en general (i.e. mundo religioso vs. mundo secular). Están en todas partes. Inclusive, en las nuevas y recientes filosofías  religiosas que promueven la “huida/escape” de la sociedad para ser sacados de éste mundo ya sea por seres “alienígenas” o por el mismo Dios.
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1.Sigo aquí, en parte, el estudio y aportación de Jorge Erdely, "Sectas destructivas: definiciones y metodología de  análisis" en Sectas, Iglesias y Nuevos Movimientos Religiosos Tomo I (México: Revista Académica para el Estudio de las Religiones, 1997), pp. 3-23.

2. Advierto al lector que no discuto aquí la diversidad de posturas que se dan en la discusión sobre el pluralismo religioso. En particular la discusión soteriológica sobre la postura "inclusivista." Aquí sigo mas bien la postura tradicional de la iglesia en cuanto al tema de la salvacón, la cual usualmente es "exclusivista."  

La Lectura Orante de la Biblia

La Lectura Orante de la Biblia La Lectio Divina
 
I. Introducción   

Parte importante de la vida cristiana es el desarrollo de nuestro crecimiento espiritual. Existen maneras por medio de las cuales podemos crecer espiritualmente a las que se les ha llamado: ejercicios o disciplinas espirituales. El crecimiento espiritual se logra por medio de la vida cristiana activa, pero sobre todo, haciendo uso de los medios de la gracia que Dios ha dispuesto. La lectura de la Biblia (su estudio) y la oración, son medios de la gracia y disciplinas espirituales muy convenientes para el crecimiento espiritual.

Si se desea crecer espiritualmente se debe sacar tiempo para el estudio y la oración. Si deseamos escuchar la voz de Dios en nuestras vidas tenemos que hacer un alto en las tareas del día a día y sumergirnos en su búsqueda espiritual.
           
II. La Lectura Orante de la Biblia (lectio divina)

A. Su origen   

1. La lectio divina se remonta a los primeros cristianos. El primero en utilizar la expresión fue un teólogo antiguo llamado Orígenes (aprox. 185-254 d.C.), quien afirmaba que para leer la Biblia con provecho es necesario hacerlo con atención, constancia y oración.

2. Más adelante, la lectio divina se convirtió en la columna vertebral de la vida religiosa. Se practicaba mayormente en los monasterios. Así por ejemplo, en las órdenes Agustinianas y de San Benito harían de esa práctica, junto al trabajo manual y la liturgia, la triple base de la vida monástica.

3. La sistematización de la lectio divina en cuatro peldaños o grados proviene del siglo XII. Alrededor del año 1150, cuando Guido, un monje cartujo, escribió un librito titulado La escalera de los monjes, en donde exponía la teoría de los cuatro peldaños: ‹‹la lectura, la meditación, la oración y la contemplación». Con esta escalera los monjes podían tener la experiencia de acercase a Dios.

4. Ésta práctica devocional que nos viene de la iglesia cristiana antigua, es muy utilizada por nuestros hermanos de tradición Católica. Sin embargo, en los últimos años las iglesias protestantes (mayormente las históricas) han venido recomendando su uso como una manera de cultivar la espiritualidad. Actualmente, la Iglesia Presbiteriana (EUA) a través de la Oficina de Formación Espiritual, promueve la misma como una forma adecuada y útil al crecimiento espiritual.

B. ¿En qué consiste la lectura orante de la Biblia (lectio divina) y cómo se practica?

La lectura orante de la Biblia es: la lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración que permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón.

¿Cómo se practica? La lectio divina tiene cuatro grados o peldaños que deben cultivarse de forma sistemática. Estos son: la lectura, la meditación, la oración y la contemplación.

1. La lectura: Conocer, respetar, situar. La lectura es el primer paso para conocer y amar la Palabra de Dios. No se ama lo que no se conoce. La lectura es una actividad bastante elemental: leer, pronunciar bien las palabras, si fuera posible en voz alta. La lectura no puede ser hecha de manera superficial. Nos acercamos a la Biblia como si fuera un amigo y acercarnos a ella, se requiere atención, respeto, amistad, entrega, silencio y escucha. La pregunta a contestar en este grado es: ¿qué dice el texto?

La lectura debe hacerse con sentido crítico. Leemos y nos aproximamos al texto por medio de preguntas simples tales como: ¿quién o quiénes? ¿qué? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo? ¿con qué medios? Al hecer estas preguntas, estamos tratando de descubrir lo que Dios quería decirle al pueblo en aquella situación histórica; lo que Dios significa para aquel pueblo, cómo Él se revelaba , cómo el pueblo asumía y celebraba la Palabra del Señor. Todas sus respuestas y palabras claves  anótelas.

2. La meditación: rumiar, dialogar, actualizar. La lectura respondió a la pregunta: “¿qué dice el texto?” La meditación va a responder a la pregunta: ¿qué dice el texto para mí, para nosotros? El aspecto central en esta parte es: ¿qué es lo que Dios, por medio de este texto, viene a decir hoy, aquí en Puerto Rico, a nosotros como iglesia y, a mí como persona? ¿cuáles son los conflictos antiguos que también existen hoy? ¿qué llamado hace el texto para que yo como creyente y parte de la iglesia obedezca a la voz del Evangelio y pueda consagrar mi vida a Dios?  ¿qué aspectos de mi vida debo mejorar a la luz de lo que dice el texto?

La meditación es como un proceso de reflexión que señala el esfuerzo que se hace por actualizar el texto y adentrarlo en el horizonte de nuestra vida y realidad, tanto personal como social. El texto que fue escrito para nosotros nos debe hablar.

3. La oración: suplicar, alabar, recitar. Se supone que desde el incio debemos hacer una oración para pedir dirección (la oración de iluminación). La actitud de oración ante la Palabra de Dios debe ser como aquella de María cuando dijo: “Cúmplase en mí lo que me has dicho.” (Lc. 1:38). La oración, promovida por la meditación, comienza por una actitud de admiración silenciosa y de adoración al Señor. Después de la meditación debe brotar de nosotros una respuesta a la Palabra de Dios.  La lectura de la Biblia debe suscitar en nosotros una intensa vida de oración individual. Dependiendo de lo que se escuchó de parte de Dios en la lectura y en la meditación, la respuesta puede ser: alabanza o de acción de gracias, de súplica o de perdón.

Con la oración reflexionamos sobre nuestras vidas y nos presentamos ante Dios tal cual somos y le exponemos nuestros más íntimos pensamientos. La idea es: hablar con Dios y decirle cómo nos sentimos a la luz de la enseñanza del texto leído

4. La contemplación: observar, saborear, actuar. La contemplación es el último grado de la lectio divina. Es su punto de llegada. Sin embargo, cada vez que se llega al último escalón, éste se convierte en la plataforma de un nuevo comienzo. Es así, que por medio de un proceso renovado de lectura de la Palabra de Dios, meditación, oración y contemplación vamos creciendo en la comprensión del sentido y de la fuerza de la Palabra de Dios.

La contemplación, no es el estado en que nos quedamos asombrados y perplejos con lo que Dios nos ha hablado por medio de su Palabra, todo lo contrario; es la actitud de quien se sumerge dentro de los acontecimientos que nos pasan día a día y tratamos de descubrir en ellos la presencia activa de Dios. Como resultado de la lectura, la meditación y la oración: la contemplación nos debe conducir a comprometernos cada día más con el Señor de la Vida, con su Iglesia y con la transformación de la sociedad en la que vivo.

De este modo, la contemplación es el momento en que nuestros ojos son abiertos a entregarnos con pasión y consagración mayor al Señor y su obra. No sólo se medita en lo leído, sino que busca realizarlo, no sólo escucha, sino que lo pone en práctica.

Descubrimos que Dios está presente en nuestra realidad y que nosotros también tenemos algo que hacer. Nos abre los ojos a ver el proyecto de Dios en nosotros y en los demás.

C. ¿Otras maneras de poner en práctica hoy la lectio divina?

Tomando en cuenta el trasfondo histórico y teológico propuesto anteriormente, podemos seguir los siguientes métodos sugeridos. Recuerde, la lectio divina no trata de ser un estudio exhaustivo de la Biblia o algún pasaje (sí nos motiva a profundizar en su estudio), pero más bien, es una lectura devocional de la Biblia para dejarnos “tocar” por la voz de Dios que nos invita siempre a “hacer algo.” Una vez se ha terminado el proceso debemos movernos a la acción y al cambio, si tenemos algo que cambiar en nuestras vidas.

1. Método sencillo

Escoja un lugar en donde usted no será perturbado en su tiempo de oración. Comience eligiendo un breve pasaje de la Biblia Tome unos minutos de silencio, descanse, relájese. Entonces, vuelva su atención al pasaje bíblico que usted ha seleccionado.

1. Lea el texto que usted ha seleccionado de manera normal-rápida. Luego, léalo lentamente, dejando que su mente sea invadida por cada palabra. Saboree y disfrute lo que está leyendo. Entonces, en la medida que lee, esté alerta de cualquier palabra o frase particular que llame su atención de una manera especial, concéntrence en ella y repítasela así mismo/a en silencio.

2. Medite en esas palabras o frases, permitiendo que lo toquen completamente. ¿La palabra sobre la cual usted medita tiene relación con algún aspecto de su propia vida? Manteniendo en su corazón la frase o palabra que le ha hablado, traiga a su mente palabras, imágenes, recuerdos o sentimientos que te conectan con el pasaje leído.

3. Medite en lo que ha escuchado a través de las Escrituras y en la oración o acción que esto ha provocado en usted. ¿Ha recibido alguna invitación? ¿Le está llamando Dios a cambios o hacer algo durante los próximos días? ¿Recibió alguna palabra de afirmación o de reto?   

4. Descanse en la presencia de Dios y muévase (responda) en aplicación de lo recibido.

2. Método de los diez pasos para orientar la vida personal a través de la lectura orante de la Biblia

Al acercarse a las Escrituras diga en su mente o en voz alta: “Habla, Señor, que tu siervo/a escucha,” “Hágase en mí según tu Palabra.”
actualizarla y relacionarla con la vida en general y su vida personal.

1. Comenzar solicitando dirección al Espíritu Santo (Oración de iluminación).
2. Leer el texto lentamente y con atención. Tome notas de palabras claves.
3. Hacer un momento de silencio interior recordando lo que se leyó.
4. Ver en profundidad el sentido de cada frase.
5. “Rumiar” la Palabra (esto es reflexionar sobre ella por segunda vez/indagar),
6. Ampliar la visión relacionando el texto leído con otros pasajes de la Biblia.
7. Volver a leer, leyendo el texto en voz alta y dándole gracias a Dios
8. Formular un compromiso de vida.
9. Puede leer un salmo apropiado.
10.Como resumen, elegir una frase particular del texto estudiado para “memorizar.” Entonces, vaya y ponga en práctica lo que Dios habló a su vida.

III. Notas finales
Estos métodos pueden ser aplicados también en grupo. Si usted ha de comenzar la puesta en práctica de ésta disciplina y método debe tomar en cuenta que el mismo es uno que requiere cierta disciplina. Es decir, por simple que parezca, usted debe ejercitar la disciplina del mismo -de manera metódica. Sólo así sacará provecho del mismo. Sobre todo, si deseamos "escuchar la voz de Dios" a través de la lectura de las Escrituras.


Rev. Dr. Pablo E. Rojas Banuchi, Ph.D.

Estudio/plática ofrecida en la Iglesia Presbiteriana (EUA) Emaús en Aguadilla, P.R.
y Grupo de Oración Mensual de Hermanos/as del Presbiterio del Noroeste, P.R. (2010).





           





Notas de una Reunión para Líderes sobre el Crecimiento de la Iglesia


Puntos esenciales para el crecimiento de la iglesia local

  1. Las iglesias crecen por “intención.”
  2. Las iglesias crecen porque hacen “invitaciones.”
  3. Las iglesias crecen cuando están involucradas en un trabajo arduo. Sin esfuerzo no hay logros.
  4. Las iglesias crecen cuando tienen un culto de adoración inspirador.
  5. La iglesia que crece inspira, motiva e invita a otros a participar en la tarea evangelística. Una iglesia que no realiza la “gran comisión” (Mc. 16: 15), no ha entendido totalmente su llamado y vocación cristiana.
  6. Las iglesias que crecen, “inician.” Comienzan proyectos para crecimiento en todas las áreas y no esperan a que otros hagan por ellos/as. Aún cuando son parte de una denominación.
  7. La iglesia que crece instruye y educa a sus miembros acerca de Jesucristo y las Escrituras en general.
  8. La iglesia que crece está al tanto de las necesidades de la comunidad.
  9. La iglesia que crece insiste en que los nuevos miembros se involucren.
  10. Una iglesia que crece se mantiene en contacto con sus miembros y sus necesidades. Es decir, ofrece cuidado pastoral.
  11. Las iglesias crecen cuando planifican y dan seguimiento a los proyectos iniciados. “No dejan morir dichos proyectos en la mesa de planificación.”
  12. Las iglesias crecen cuando los líderes y miembros de un congregación están comprometidos y respaldan el programa de misión de la iglesia –más allá de los domingos. Viven el evangelio día a día.
  13. Las iglesias crecen cuando tienen buen testimonio. Dentro y fuera de la comunidad de fe.
  14. Las iglesias crecen cuando respaldan la visión del pastor/a y de la junta administrativa o cuerpo de ancianos/as. En la medida que sea posible se busca una visión común. ¡Hay unidad!
  15. Una iglesia que crece es una iglesia que ha tenido fe en lo que ha creido.
  16. Una iglesia que crece es una iglesia que ora.


Aspectos importantes a tomar en cuenta cuando se es líder en la iglesia

  1. Un líder ha recibido un llamado de Dios para una o varias tareas en específico. Usualmente dicho llamado se da a través de la misma iglesia. Junto con la iglesia se busca poner en perspectiva los dones y talentos recibidos.
  2. En virtud del llamado que ha recibido y la función que realiza debe ser leal y obediente a Dios y, a la iglesia donde ejerce sus dones y talentos.
  3. Un líder cristiano/a, según su cargo, habrá de ejercerlo con responsabilidad y pasión.
  4. Un líder de la iglesia habrá de respaldar el trabajo, programa y misión de su iglesia local así como el de su correspondiente comité, junta u organización. 
  5. Líderes que responden afirmativamente al llamado de Dios por medio de su iglesia: escuchan reflexivamente, buscan ser capacitados/as continuamente, asisten a talleres y estudios, respetan las ideas de otros/as y buscan con otros/as promover un ideal común.
  6. Un líder de una iglesia planifica su programa de vida con la iglesia, además de su vida personal. Es decir, toma tiempo para sí mismo, su familia y la recreación; pero busca ser responsable para con Dios y la iglesia en la que sirve.

    1. Separa y planifica fechas de reuniones y actividades especiales con la iglesia.
    2. Cuando no puede estar en una reunión se excusa debidamente.
    3. Intenta, hasta donde sea posible, apoyar el programa de la iglesia.
    4. De igual modo que se apoyan otras actividades con otros grupos de la sociedad, también debe ser así con la iglesia y con mayor compromiso pues con la iglesia caminamos a la vida celestial.
  1. Un líder de la iglesia promueve el programa de su iglesia entre sus congéneres, comunica e invita a otros a ser parte del proyecto de Dios en Cristo Jesús.
  2. Un líder debe dar buen testimonio fuera del contexto de la iglesia.
  3. Un líder de una iglesia respeta, cree y afirma sus creencias doctrinales.
  4. Un líder puede disentir (opinar diferente) a otros/as, pero lo hará con respeto, diálogo y profunda reflexión.
  5. Un líder de una iglesia respeta y sigue las normas de su congregación.
  6. Un líder: ora, lee la Biblia, participa de la Santa Cena, se congrega asiduamente y lo que tiene (tiempo, tesoro y talentos), lo pone a disposición de la obra del Señor.

Rev. Dr. Pablo E. Rojas Banuchi, Ph.D.
Iglesia Presbiteriana (EUA) Emaús en Aguadilla, P.R.
Reunión Anual de Líderes de la Iglesia Local
7 de octubre de 2010